POEMA PARA UN AMIGO PINTOR

Yo podría haber
difuminado sus ojos
en un horizonte tan
desconocido e incierto
como el resto de su cuerpo
y mis manos
habrían deformado
la perfección oculta
tras su mirada.

Tus manos
forman una línea
en el horizonte
y surge la fotografía
del muro de cemento
que habían levantado
alrededor.

Tus manos le enseñaron
un mundo nuevo,
decrépito y depresivo,
alcohólico y borracho
al mismo tiempo.

Y tu pecho
vomitó suspiros
que se habían clavado
en las venas
burbujeantes.
Y tu boca nombró la vida
mientras su voz
desaparecía
al otro lado,
dejando junto a tu oído
la ausencia que en mi pecho
abandonó el cisne.

Pero los amaneceres
sólo se rompen
en mi cuerpo (por las mañanas),
y tu nombre puede
hacer surgir del cemento
los ojos y las manos
que se unen
como versos
en la blancura.

Comentarios

Entradas populares