Rocío, tráeme la tierra de tus sombras

Rocío, tráeme la tierra de tus sombras,
la semilla de tus recuerdos,
el río de tus lagunas rendidas
sobre las calvas de los calvos calvos.

Son esas flores de tu silencio (mi silencio)
y los ojos que no te han de predicar
en los de cada sol
(Dios, si hubiera soles)
pero me describen el círculo
y abarcan abanicos de tu frente.


Y yo (Dios) y yo (Dios)

Rocío, tráeme la frente derruida
las manos caídas,
los versos retirados,
las palabras sin sentido.


Siempre hay un valle de silencio;
allí,
donde el dolor es incisión o nacimiento
donde se deshace la vaguedad
y se construye la otredad
del
nacimiento.


(A veces, hay manos para la belleza
y dolor en las uñas para tus lunas:
la luna lo mira mira, la luna lo está mirando)

Comentarios

Entradas populares