Y volvemos al colchón

Y volvemos al colchón
empujados por un exceso de carne
en la comisura de los labios.
Me rozas más allá de la nuca
y yo te devuelvo
la tensión
del arco de mi espalda.

Hay un momento
en que desaparece el sueño
como si llegase un trasatlántico
en un mar de algas
que nos transporta al olvido.

En el borde de la sábana
has dejado el rastro de tu sudor
con una esencia salada
como una ola que invade el estuario
de los cuerpos.

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