Hay diosecillos de viento
Hay diosecillos de viento
que se asoman
a los alféizares de las ventanas
al inicio de las tormentas
de sueño
cuando dormimos.
Hay diosecillos de lluvia
que se escapan
calle abajo por la noche
recién acabado
el beso
de las pajaritas.
que se asoman
a los alféizares de las ventanas
al inicio de las tormentas
de sueño
cuando dormimos.
Hay diosecillos de lluvia
que se escapan
calle abajo por la noche
recién acabado
el beso
de las pajaritas.
Comentarios