Verdugo y ahorcado

- Acaso lo traes para que llore.
y deje las manos en uve…
- Yo sólo sé de este verso.
- y después tendré que abrir las puertas
al viento que no viene de tu pelo.
- Pierdo la memoria de las hojas barridas.
- Y yo pierdo la esperanza de los caminos
con su tendencia a continuar tras las curvas
porque los cegados no tienen ojos
para las mesetas desveladas.
- Sí, mi corazón se desvela.
- Ahora traigo un verso de pendientes
y tú intentas darme el empujón de la horca
para que no quede la mandrágora muerta
(semilla seminal de la no-vida)
sem(f)inal
- No lo digas
- Pero si ya lo sabes,
está escrito
- Sí, pero no sé leer las letras
que no se escriben con sangre de pato.
- Lorca estaría orgulloso de ti.
- … Hazlo.
- …
(El viento arrancó algo de polvo
de la curva de la carretera
en el cruce de la meseta)

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