Vives hilvanada en las costuras

Vives hilvanada en las costuras
y me muestras las puntadas
a fuerza de besos
y bocanadas.

Lo recuerdas...
Te enseñaba la ruta de las cigüeñas,
los tiros de las escaleras,
el vértigo de los alféizares.

Sueñas desde tu pelo
como libélula de la mañana
que no encuentra una almohada
para depositar su palabra.

Lo olvidas...
Me traías las manos caídas
como banderas sin viento
o amaneceres despedidos
con un ceño fruncido.

Volvemos al recuerdo
como vuelve el sol al verano
en persecución de una luna
que
en el horizonte
se refleja.

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